martes, 24 de enero de 2012

El veneno en el agua, el flúor.



El Fluoruro de sodio es agregado actualmente a la mayoría de los sistemas de agua municipales en los EE.UU. y en el resto del mundo para "prevenir las caries dentales en los niños". Su uso ha aumentado rápidamente desde los años 50.

El Fluoruro de sodio está también registrado en la EPA (Agencia de Protección del Medioambiente) como un veneno para ratas, aun cuando sus defensores dicen que su uso a bajos niveles en el agua no supone preocupaciones adversas para la salud.

Existe considerable investigación realizada en el fluoruro con respecto al cáncer, defectos de nacimiento y riesgos para los sistemas respiratorios, gastrointestinal y urinario, sin embargo, existe muy poca investigación realizada con respecto a sus efectos neurológicos.

Primer estudio en encontrar déficit neurológico por la exposición al Fluoruro:

Investigaciones chinas han demostrado que los niveles de Fluoruro en el agua potable a niveles de 3-11 ppm (partes por millón) afectan el sistema nervioso sin causar malformaciones físicas previas.

Otro estudio chino encontró que provoca Desorden Atencional en humanos adultos, si se les administran gotas sublinguales conteniendo 100 ppm de fluoruro de sodio.

Las fuentes de exposición al Fluoruro incluyen bebidas procesadas, pastas dentífricas, enjuagues bucales, suplementos dietéticos y la comida.

Este es un nivel de exposición potencialmente pertinente para los humanos porque las pastas dentífricas contienen 1000 a 1500 ppm de fluoruro y los enjuagues bucales contienen 230-900 ppm de fluoruro.

En 1995, en un artículo que apareció en el periódico Neurotoxicology y Teratology, el Dr. Phyllis J. Mullenix declara, “Aún está por explorar, sin embargo, existe la posibilidad que la exposición al fluoruro esté ligada con trastornos sutiles del cerebro.”

Este es el primer estudio en demostrar que el funcionamiento del sistema nervioso central es vulnerable al Fluoruro y que los efectos en la conducta dependen de la edad en que se produce la exposición y que el Fluoruro se acumula en los tejidos del cerebro. Por supuesto, las conductas no se extrapolan, pero una ruptura genérica del modelo conductual como el que se encontró en este estudio en ratas puede ser indicativo de potenciales disfunciones motrices, déficit de IQ (coeficiente de inteligencia) y/o trastornos de aprendizaje en los humanos.

Sustancias que se acumulan en el tejido cerebral potencian inquietud sobre riesgo neurotóxico.

Dr. Phyllis J. el Mullenix
Departamento de Toxicología, Forsyth Research Institute, Boston.


Desgraciadamente, hoy en día, el fluor en nuestras aguas potables (agua corriente y embotellada) se encuentra en la mayoría de los países del globo pero en algunos como Suiza ya hace décadas que se dejó de flúorar sus aguas y en otros como Bélgica, se han retirado del mercado todos los productos "enriquecidos" con flúor (chicles, snacks, enjuagues dentales o colutorios, etc.) ya que no hay unanimidad sobre la dosis mínima segura.
Y, por supuesto, en ningún momento se nos preguntó si queriamos que en nuestras aguas fuesen vertidas esas sustancias (ya sea para bien o para mal) Claro, los gobiernos se preocupan de nuestras encias, que buenos son (tono irónico) Pero lo que me hace sospechar es la falta de información en los grandes medios de comunicación y el ocultamiento generalizado que se ha llevado a cabo durante décadas.
Cada uno que tome sus conclusiones, el tiempo dirá si fue para bien o para mal; esperemos que para bien.

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